Testimonios
Familiares nos cuentan su experiencia y algo más de los internos del Hogar.
Queremos agradecer al personal del Hogar Geriátrico Santo Domingo.
Nuestras gracias serán eternas. Con miedos e incertidumbre tomamos la difícil decisión para que mamá tenga una mejor calidad de vida. Nos recomendaron El Hogar Geriátrico Santo Domingo y allí ingresó. Nosotros tuvimos mucho miedo. Pero confiamos en ustedes y en que la tratarían bien brindando todo lo que se podía para una personita con esas patologías.
Graciela que estuviste al pie del cañón en la atención de mamá y acompañándonos cuando nos sentíamos caer, a la persona que curaba sus escaras, a la persona que cambiaba su sonda, a la doctora por su acompañamiento en cada dificultad que se le presentaba a mamá, a las chicas que dedicaron su tiempo en cada detalle, peluquera y a Vanesa por estar siempre.
A las chicas que la bañaban y cambian sus pañales. GRACIAS A TODAS.
Mamá conoció en sus momentos más difíciles a personas que por lo que se vio tienen un gran corazón.
Y Ustedes querido personal, tuvieron el privilegio de conocer a nuestra madre, una persona tan buena, que siempre pensó en lo demás. Siempre fue bondadosa y con grandes valores. Una mujer intachable… así era nuestra madre.
Eternamente gracias, Dios los bendiga siempre. Esas bellas personitas indefensas que reciben sus cuidados, son ángeles.
Mi nombre es Silvana Pisa, hace 2 años tuve que tomar una decisión muy difícil, la de trasladar a mi madre Angélica, al Hogar Santo Domingo que se encuentra en la Localidad de Moreno, Pcia de Buenos Aires. Mi madre, lamentablemente sufre de demencia senil, debo decir que el cambio positivo que se reflejó en ella ha sido sorprendente, el Hogar Santo Domingo, cuida en forma excelente a todos los abuelos con sus diferentes problemáticas creando un ambiente familiar nunca antes visto, a pesar de la pandemia supieron manejarla de la mejor manera y al día de hoy podemos disfrutar siempre con los protocolos correspondientes de momentos de disfrute con nuestros seres queridos, agradecida por todos los que componen el staff, enfermeras, cuidadoras, personal administrativo, profesoras de arte y música, puedo decir que estoy altamente satisfecha.
Gracias a Hogar Santo Domingo, gracias por tanto cuidado y esmero en el trabajo realizado.
Soy Ricardo quería comentar que mi madre está viviendo en el Hogar desde Agosto 2018 dado que tiene una afección cognitiva que no le permite vivir y manejarse sola.
Desde que llegó al Hogar siempre recibió los mejores tratos y mucho afecto, que es lo principal en la vida.
Adicionalmente, el Hogar en estas épocas de pandemia aplicó los protocolos de cuidado de la mejor manera y ayudó a proteger la salud y la vida de los internos
Estoy muy satisfecho con la prestación que recibímos.
Mi nombre es María del Carmen Billeri, soy hija de Marta Haydeé Visciglia, quien a mediados de marzo de 2019 ingresó al Hogar Geriátrico Santo Domingo. Había sufrido un ACV y después de una breve internación clínica se encontraba usando pañales y en silla de ruedas. Debido a estas condiciones era imposible que volviera a su casa.
Los primeros días fueron complicados porque mi madre se rehusaba a comer y expresaba su descontento, porque no entendía la gravedad de su estado.
Gracias a la perseverancia y paciencia de todo el equipo la sacaron adelante. Todos los días la visitaba el kinesiólogo y en poco tiempo pasó de la silla de ruedas al andador y muy pronto pudo caminar por sus propios medios, al tiempo también dejó de usar pañales. Las actividades que realizaban en el hogar, como música, manualidades, educación física y hasta un momento para rezar el Rosario, beneficiaron su recuperación.
Con Cuqui pasamos momentos tremendos porque nos costó mucho tomar la decisión del hogar!! Yo llamaba todos los días por la desconfianza!! El tiempo nos mostró cómo se reponía Cuqui con toda la atención del hogar!! Pasamos la pandemia y Cuqui estába muy bien, gracias a Díos 🙏. Estámos muy agradecidos al hogar!! Que Díos les de todas las fuerzas para cuidar a nuestros abuelos.
En el año 2014 ingresamos a mi mamá al Hogar Santo Domingo, fue una decisión que tomamos mis hermanas y yo después de varios años de que contrajera la enfermedad de Alzheimer ,nosotras le proporcionamos en medio de nuestro dolor todos los cuidados necesarios inclusive solicitando ayuda a personas que trabajan al cuidado de gente mayor, pero esa enfermedad es progresiva y se va viendo el deterioro día a día, a tal punto que a pesar de nuestro esmero en tratar de sobrellevar la situación se nos hacía muy difícil ya que se requiere las 24 hs de atención. Con mucho dolor y tristeza decidimos entonces que sería mejor para su bienestar y el nuestro llevarla a un lugar que se dedicará exclusivamente al cuidado y bienestar de los abuelos. Fue así que recurrimos al Hogar Santo Domingo, en el cual nos sentimos muy bien recibidas, nos brindaron amabilidad y mucha seguridad en el rol que ellos ocupan , tanto sus directivos como las chicas que trabajan y que cuidan con tanto cariño y dulzura a los abuelos. Siempre nos ofrecieron flexibilidad en cuanto a las visitas, y ya que nuestra mamá no disponía de sus recursos , podíamos ir a darle el almuerzo a diario, con variedad de ricas comidas y postre , tal es así que de nuestros almuerzos de cada día, nos encontrábamos con otras hijas que también acompañaban a sus mamás en este mismo proceso, y formamos una linda y cariñosa amistad que hasta el día de hoy todavía continuamos, a pesar de que algunas mamis ya no estén entre nosotros. En tiempos de pandemia fueron muy meticulosos, realizando cuidados intensivos, siempre preservando a los abuelos y al personal, restringiendo las visitas y siempre manteniéndonos informados. Hoy poco a poco volviendo a la normalidad , comenzando las visitas, nuestra mamá está muy delicada de salud pero gracias al cuidado que tienen para con ella con mucho amor y cariño, la podemos seguir disfrutando.
Después de 3 experiencias frustradas en Geriátricos de la zona, llegamos con gran incertidumbre a Santo Domingo.
Nos recibieron Vanesa y Graciela, con la amabilidad, contención y confianza que solo pueden transmitir los que saben lo que hacen.
Lo que primero que nos gusto fue el ambiente físico: amplio, iluminado, limpio y agradable. Luego el personal, súper respetuoso y cordial muy pendientes del bienestar de los abuelos.
El contexto de pandemia fue muy complejo. Aun así, nunca se perdió la comunicación y siento la tranquilidad de saber que me van a informar todo lo que consideren necesario.
Me tienen al tanto del estado de mamá. Son cuidadosas con su salud y bienestar general.
Ella ha padecido algunas afecciones y la doctora me orientó sabiamente respecto de su diagnóstico y tratamiento, que sorteó favorablemente.
Soy un poquito intensa… y sin embargo, me entienden y contienen con suma paciencia y predisposición.
El servicio es excelente.
Agradezco al cielo haberlos conocido.
43 años de experiencia al servicio de la comunidad.
No dude en contactarse con nostros.
Nuestras puertas están abiertas para venir a conocer el Establecimiento.